La Eucaristía es el banquete por excelencia, donde Cristo mismo se nos entrega como alimento para nuestra vida. No es solo un símbolo, sino una realidad viva: Jesús se hace presente en el pan y el vino consagrados, ofreciéndose como el Pan de Vida que sacia nuestra hambre más profunda. En la Eucaristía, Jesús nos invita a su mesa no como extraños, sino como hijos amados que participan en su vida divina.
Así como el pan está hecho de muchos granos de trigo y el vino de muchas uvas, nosotros, aunque diferentes, formamos un solo cuerpo en Cristo (1 Cor 10,17). En la Eucaristía, la Iglesia encuentra su identidad más profunda, porque ahí aprendemos a amar, a perdonar y a servir a los demás como Él nos enseñó.
Adoremos a Jesús y lo hagamos con gratitud y alegría, conscientes de que en la Eucaristía encontramos la mayor muestra del amor de Dios: un amor que se da sin reservas, que se parte y reparte para nuestra salvación.
Jesús Cabello le pone letra y música para que lo vivamos profundamente.
Lyrics
Sagrado banquete, aliento de mi alma,
eterno alimento de la salvación.
El pan más pequeño y un poco de vino
son cuerpo y sangre de nuestro Señor.
Transforma mi vida, me hace más fuerte,
su inmensa ternura me hace temblar.
Nos da como prenda la gloria futura
que guarda un espacio también para mí.
Sagrado banquete, el don infinito
de Cristo entregado y muerto de Amor.
Envuelto en misterio sucede un milagro
con siete palabras de consagración.
Transforma mi vida, me hace más fuerte,
su inmensa ternura me hace temblar.
Nos da como prenda la gloria futura
que guarda un espacio también para mí.
Será su mirada preciosa sin velos,
la luz más hermosa no se apagará.
Saldrá de mis labios tan solo un “te quiero”
que vale la espera y no tendrá fin.
Sea bendito y alabado, sea alabado mi Señor.
Sea bendito y alabado, sea alabado mi Señor.
