Hay una nueva canción del cantautor argentino Pablo Martínez que como siempre toca nuestro corazón con sus letras y melodías
Cuántas veces, al enfrentar dificultades, nos encontramos preguntándonos, como lo dice la canción: “¿Por qué no habré creído más?”.
Es natural que, en medio de la tormenta, nuestro corazón humano se llene de angustia y dudas. Sin embargo, esta fragilidad también puede ser el terreno fértil donde Dios hace crecer nuestra fe. Como nos recuerda San Pablo en su carta a los Romanos: “Sabemos que en todas las cosas Dios trabaja para el bien de los que lo aman” (Rom 8,28). En cada prueba, aunque a veces no lo comprendamos, hay una razón de ser, un propósito divino que edifica nuestra vida espiritual.
Es en nuestra necesidad, en nuestra incapacidad, donde reconocemos cuánto dependemos de Él. En esos momentos de oscuridad, cuando no entendemos el camino, pedimos humildemente: “Préstame tus ojos para ver”.
Esta petición es un acto de fe, una entrega total. Reconocemos que nuestra mirada humana es limitada, pero que Dios, con su mirada infinita, ve más allá de lo inmediato. Cuando decimos: “Regálame confianza”, estamos pidiendo la gracia de descansar en sus promesas, de confiar en que Él nunca nos abandona, incluso en las noches más largas.
Aprendamos a pedirle al Señor no solo que quite las pruebas, sino que nos dé sus ojos para verlas como Él las ve, y su confianza para caminar en la oscuridad. Porque cuando vuelve la calma, como bien dice la canción, “todo se ve como es”. En ese momento comprenderemos que Dios siempre estuvo allí, sosteniéndonos y haciendo crecer nuestra fe.
